Por: Enry Félix.
Un vestido de novia es la prenda utilizada por las novias durante la ceremonia de la boda. La importancia del color, del estilo y del ceremonial del vestido depende de la religión y de la cultura de los participantes.
En la tradición moderna, en la cultura occidental, el color de los vestidos de boda es blanco. Utilizado en este sentido, el blanco de boda incluye tonos pastel tales como huevo, crudo o marfil. La popularidad de este color puede remontarse a 1840 año en que se produjo la unión de la reina Victoria a Alberto de Saxe-Coburg. La reina eligió un vestido de color blanco para el acontecimiento. La fotografía oficial del retrato de boda fue extensamente difundida y muchas novias optaron por un vestido similar en honor a esa elección. La tradición de utilizar un traje blanco en la boda continúa hoy en día.
Antes de la era victoriana las novias se podían casar de cualquier color excepto negro (el color propio del luto) o el rojo (que estaba relacionado con las prostitutas). El vestido blanco vino a simbolizar la pureza del corazón y la inocencia de la niñez. Una atribución más reciente sugirió que el color blanco simbolizaba la virginidad, pero esta pauta no cuadra a menudo con que las novias utilicen los vestidos blancos para sus sucesivas uniones. Originariamente, el azul era el color el que se relacionaba con la pureza.
La novia siempre es la estrella, la protagonista de una boda, por mucho que le pese al novio, que al contrario, debe estar orgulloso de su mujer en ciernes.
Y como estrella, como princesa del cuento de ese día, debe destacar y enseñar la belleza de toda mujer.
Eligiendo entre los vestidos de novia.
Generalmente todos tenemos unos gustos a la hora de vestir, en ocasiones normales y para ocasiones especiales. Este estilo seguro que se manifiesta en el traje de la novia, que desde mucho antes se ha ido formando una idea de cómo quiere ir en ese día tan especial.
Como consejo, la elegancia de la sencillez, líneas simples y comodidad deben combinarse en el vestido perfecto.
El primer paso es hacerse con un buen número de ejemplares de revistas de novias y de catálogos de diseñadores para verificar cual es la tendencia actual de la moda en cuanto trajes de novia. Los diseñadores siempre están innovando, sin salir o saliendo de lo clásico, y es bueno hacerse una idea de lo último.
Otro paso es recopilar opiniones entre amistades y familiares, en especial de aquellas que ya han pasado por esta experiencia.
Con una idea preconcebida y generalizada debemos plantear la época del año, el tipo de ceremonia, de solemnidad y de invitados de toda la boda. Por ejemplo las bodas civiles exigen más formalidad que las religiosas, que piden más recatamiento, por ello no son prudentes los escotes demasiados generosos en ellas.
Es preciso insistir en que el traje de novia debe ir en consonancia con el estilo general de la novia, y de sus características físicas. Debe resaltar sus mejores cualidades y esconder lo menos orgulloso de su cuerpo
Los vestidos estrechos son ideales para mujeres altas, que además si son delgadas pueden portar sofisticación. Las mujeres altas no tienen tantos problemas, puesto que pueden decantarse por cualquier estilo. Los vestidos guante, totalmente entallados y ajustados al cuerpo, les sentarán perfectamente; ahora bien, si se es demasiado alta y la intención es no parecer tan larga, quedan mejor los vestidos de faldas con mucho volumen y con cortes transversales tipo lorzas, volantes, capas, etc.
Las mujeres más bien bajitas deben renunciar a las faldas demasiado voluminosas, puesto que tan sólo conseguirían achatar aún más la figura. Es mejor optar por las faldas de vuelo y los cuerpos entallados, sin cortes transversales. Las mangas deben ser sencillas, ni ajamonadas ni de farol exagerado.
En cambio los vestidos con pocos adornos y con falda al vuelo son más aconsejables para mujeres de mayor volumen. Si consideras que tienes unos kilitos de más, es preferible que elijas vestidos de líneas sencillas, sin mucha ornamentación, y prescinde de las formas muy entalladas. La norma general para elegir el vestido es intentar disimular los posibles defectos y realzar la parte del cuerpo que más te guste. Por ejemplo, para las mujeres sin cintura están prohibidos los corpiños estilo princesa envarillados y muy ceñidos: parecerías a punto de estallar.
El velo es un complemento opcional y queda casi restringido a las ceremonias religiosas. Fuera ya de cierto significado un tanto anticuado, resulta un aliado perfecto para las novias tímidas o nerviosas. Como norma general, el velo jamás debe tener más importancia que el vestido y, aunque suene obvio, ha de armonizar con él: no resulta tan fácil encontrar dos blancos iguales, sobre todo porque los tejidos van a ser diferentes. Su longitud depende de las preferencias, pero ha de elegirse pensando siempre en la comodidad. Medita si te las apañarás con un velo de siete metros y ensaya en casa el momento en el que el cura os declare marido y mujer y te lo apartes de la cara, no vaya a ser que te hagas un lío y destroces el peinado.
Si la novia tiene poco pecho se indican como aconsejadas las telas de blonda y adornos que realcen. Por último, en caso de mujeres de menor estatura, los talles bajos, con frunces y sin cortes drásticos, evitando las hombreras.
Los zapatos y guantes serán del mismo tono y color del vestido.
Vestido según la ceremonia.
Si la boda es en juzgado el traje aconsejable será corto, o uno largo sencillo de color blanco o beige. Una buena combinación es la de traje y vestido. El sombrero es opcional.
En el Ayuntamiento en los últimos tiempos, las novias lucen los típicos trajes de las bodas religiosas. No hay por qué no lucir un traje espectacular en las cada vez más acogedoras salas consistoriales. En su lugar sirven las reglas del juzgado.
En las bodas religiosas es tradicional el vestido largo con tul o mantilla de encaje, con mangas y escote discreto.
El truco es recorrer todas las tiendas de novia posibles, y si en todas ellas, no se encuentra el vestido definitivo, hacérselo a medida y de alta costura. Si el dinero asignado da de si, podemos efectuar también este trámite para ir tomando ideas, y posteriormente, acudir al diseñador de nuestra elección. Famoso o no, no hará mejor o peor el vestido.
Ser más atrevida, más romántica, o más transgresora es criterio o gusto de la novia, pero debe adaptarse como hemos dicho a las necesidades de la ceremonia y del ambiente general de la boda.
Tendencias
Siempre está de moda el romanticismo. Pero hay muchas variaciones y propuestas:
- Volantes y encajes, con velos bordados de seda o tul- Organzas bordadas y tundra de seda natural.- Trajes cortados al bies- Cuerpo de organza y falda de Jacquard en seda natural.-
Cuerpo de tul plisado y falda en gasa estampada con bajo asimétrico.-
Vestidos ligeros, de tejidos rústicos y estampados con flores- Colores marfil o tostados con detalles en verde, salmón, rosa o fucsia.-
Duplón de seda natural, organdí satén o encaje de chantilly.-
Volantes en tejidos plisados, puntillas de crochet y cinturones de pasamanerías o cristales de roca.-
Líneas rectas y pegadas al cuerpo, en tonos ocres, sedas naturales brocadas y organizas rústicas.-
Volúmenes depurados, superposiciones, colas que se acortan y se vuelven asimétricas.-
Corpiños bordados en filigrana dorada, faldas pegadas al cuerpo y escotes en uve.- Vestidos palabra de honor de satén de seda bordados con perlas.-
Líneas años 20, talles largos, novias románticas envueltas en encajes.
Velos de seda natural con motivos florales.- Estilo español, con volantes, mantillas y flores naturales de colores en el tocado.
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Las gasas nunca fallan.
Quizá, casarse de noche no es lo más apetecible para una novia que quiere lucirse con la preciosa luz de una tarde de sol, pero... ella propone y, a veces, los horarios de las iglesias disponen, así que la boda se celebrará ya acabado el día. ¿Cambia esto en algo la elección del traje y de los complementos de la madrina y las invitadas al enlace?Curiosamente, en lo que más influye este horario es en algo que a muchos puede parecer no fundamental, pero que son definitivos en estas celebraciones: los complementos TRAJE LARGO O PANTALÓNPor ejemplo, no se te ocurra ir a una boda por la noche con pamela; es un accesorio de día por excelencia, ya que, precisamente, su diseño de ala ancha está especialmente concebido para protegernos del sol y no de la luz artificial. Sabido esto, si quieres ir superarreglada, lo mejor será que te pongas un tocado, un elegante 'casquette', un minisombrero con plumas o una pieza, casi de arte contemporáneo, de la magnífica sombrerera Candela Cort.
Otra de las cosas que puede cambiar es el largo del traje, porque, aunque la boda sea por la noche, no implica que tengamos que ir de largo necesariamente, aunque cada vez se está recurriendo más a él, al rematarse en muchos casos la cena con baile. Pero, por supuesto, con un traje corto y un abriguito se puede ir igualmente estupenda y segura. En cuanto a ¿pantalón sí, pantalón no?, pues ni sí ni no, todo depende de cómo sea el pantalón, porque uno de gasa hiper-ancho o de raso bordado, con unas sandalias de tiras finas y tacón de aguja, puede quedar maravillosamente refinado. Si lo acompañamos en la parte de arriba de un 'twin-set' (dos piezas) en ligero lamé dorado o plata, el efecto será de lo más atractivo y moderno.
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domingo, 26 de octubre de 2008
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